sábado, 9 de noviembre de 2013

Castigo eterno





Cuanta lluvia, ¿Por qué no paraba de llover?  Ya llevaba años desde que presa de un ataque de ira había asesinado…  hmmmm, no sabía a cuantas personas realmente.  Había visto entrar a la policía luego de haberse incluso bañado con sus sangres -¡Que lenta era la justicia!- y los había visto asustados, ocultos tras cualquier cosa que los pudiera proteger, decirle que arrojara el arma.  Ella lo intentó.  Y al hacerlo uno de esos tontos le había disparado.  Sintió un golpe en el pecho y luego se vio sentada frente a esa ventana viendo llover.  ¡Cómo odiaba la lluvia por Dios bendito!

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