Ella y él viven en las paredes de mi baño. Lucrecia y Francisco. Se amaron mucho y unos días luego, presos de una ira atroz se asesinaron mutuamente. Ella le dio veneno y el un par de puñaladas. Él murió con espasmos muy dolorosos y cubierto de mierda.
Ahora saltan de baldosa en baldosa e
intentar terminarse de nuevo mutuamente.
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