Nunca me imaginé una vida en familia
pues ni siquiera tuve una en mi infancia y juventud.
Nunca me imaginé casada,
No me vi jamás enamorada.
Nunca soñé con hijos,
con mascotas,
con una casa grande,
y un balcón con hamaca.
No imaginé cuñados ni suegros.
Jamás me vi como un ama de casa.
Yo soñé con viajar
y conocer ciudades
no gente.
Y un día cualquiera...
Como que me despierto
y tengo todo aquello
que nunca imaginé.
A pesar de que no soñé eso, no logro
imaginarme otra vida.
A pesar de lo malo
-mucho para mi gusto-
Y gracias a lo bueno.
Es la vida que tengo
Y la que ahora quiero.
Disfruto yo mis hijos
y los amo con un amor
tan infinito y ancho
como el universo.
Y no viajo más
Que en mi mente
Y entre cuarto y cuarto;
Limpiando, recogiendo, observando.
Y me interesan ahora más las gentes
que las ciudades y las ruinas
y las hermosas catedrales
que quien sabe
si llegaré a conocer alguna vez.
Y sé que soy amada
y querida
Pero siento que el amor
no me alcanza.
a pesar de nunca imaginarlo
ni desearlo antes.
hoy si lo necesito.
Al parecer nunca será suficiente
mi corazón estuvo
seco siempre
y tan lleno de desamor
que al parecer no hay forma de colmarlo.
Y entonces…
Es en esos momentos
En que me siento tan sola.
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