lunes, 4 de julio de 2011

Como duele el dolor

Hay días en que todo me duele

Y soy como una mimosa que al menor contacto del aire incluso

Me hace recogerme en mí y guardo lo que siento,

Incluso energías y hasta palabras.

Hay días en que todo me duele

Y el menor pensamiento me humedece el alma

y los sentidos se crispan.

Hay días en que todo me duele

y hasta respirar el aire que otros vician me daña

y deseo dejar de sentir y de pensar.

Hay días en que todo me duele

y saber que lo que siento no le importa a nadie

me duele aun más.

Hay días en que todo me duele

y deseo un caparazón de tortuga

-pero no deseo vivir tanto como ella-

para ni ser, ni necesitar su escudo.

Hay días en que todo me duele

y solo deseo guardar prudente silencio

y deseo no pensar

para no sentir dolor e incluso odio.

Pues aun cuando el odio daña el alma

y el cuerpo

uno no puede dejar de sentirlo

-a veces-

y es en ese momento en que deseo

hibernar

solo dormir sin sueños en colores

ni pesadillas negras.

Dormir, solo dormir y no sentir dolor ni alegría

pues cuando a uno todo le duele

hasta la alegría causa sufrimiento.

Hay días en que todo me duele

y no deseo dolor.

Pues yo ni llorar puedo.

Hay días en que lastimosamente

todo me duele.

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