Cada vez me gusta menos la gente
y cuantas gracias les doy a Dios
por permitirme la soledad de mi casa
por no tener que ver a quien no quiero ver
por no tener que escuchar a quien no quiero escuchar.
Cada vez me gusta menos la gente
con tantas mentiras
con tantas ganas de dañar
con tantos odios y envidias.
Cada vez me gusta menos la gente,
la gente que no mira a la cara
que anda de iglesia en iglesia
dándose golpes de pecho
y pensando que puede hacer o decir
para dañar a este o aquel.
Cada vez me gusta menos la gente.
Los que no preguntan
los que no averiguan
los que creen a pie juntilla las mentiras de otros
y no piden aclaración.
Cada vez me gusta menos la gente
que no permite que los otros vivan
tranquilos y en paz.
Prefiero el silencio y la soledad
acompañada de mis pensamientos
pues a mí
cada vez me gusta menos la gente.
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