El ruiseñor se posa en la flor
y mientras la besa
roba su candor.
El ruiseñor le jura su amor
mientras le canta
con mucho ardor.
Luego de un instante
nuestro ruiseñor
muy enamorado y muy coquetón
vuela hacia otra flor.
Las margaritas de Octavio Octavio amaba las margaritas, pétalos blancos con corazón dorado; repleto de dulce polen. Pero en la calle ochent...
No hay comentarios:
Publicar un comentario