Mi miedo
Amanece y como al
descuido la luz va recorriendo y apartando las sombras, eliminando mis
temores. Por fin me quito las manos del pecho, descorro la cobija y
respiro profundo. Por fin puedo dormir. Mamá considera que duermo
día y noche. Pero no es cierto. Las noches son terribles para mí ya
que el miedo me domina. Tiemblo, sudo, lloro, me preocupo.
¿Será mi última noche? Ojalá y si lo fuera. Ya no puedo más, no lo
soporto. El miedo es doloroso o el dolor es terriblemente horroroso.
Ya no soporto más. No puedo más... Y mi familia para ser sincera tampoco.
Ya no soporto más. No puedo más... Y mi familia para ser sincera tampoco.
Patricia Lara P.
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