miércoles, 19 de junio de 2013

Pequeña salvación



A veces la marejada de nuestros pensamientos
-de nuestros temores y argumentos,
de nuestras absurdas “lógicas” racionalizaciones-
amenaza con ahogarnos
en la playa de la costumbre.

Nadamos contra corriente,
bogamos sin rumbo
en la bruma de esta soledad acompañada.

Somos velero sin mástil,
marinero herido,
maremágnum de desdichas reales e imaginarias.

Errantes, absortos y distraídos,
morimos de a poco
hasta la próxima sonrisa,
la próxima palabra
en que nazca un halo de luz,
tabla de salvación en la expiración cotidiana de nuestras soledades.

B. Osiris B.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Veo

  Veo esas paredes de bahareque, blancas. Puerta roja a juego con la única ventana. Veo a María la O con sus ojos brillantes, su sonrisa y s...