Como sombra va y viene
un día fue la vida
la alegría
hoy
no sabe si es.
Al abrir los ojos esta mañana
se preguntó
se preguntó
¿Cómo será estar muerta?
Y se asustó un poco con la pregunta.
Y se estiró en la cama.
Y sintió el calor de las frazadas.
Y sintió el calor de las frazadas.
Y sintió su sangre cálida recorrerla.
Y cerró los ojos.
Y se preguntó…
¿Si estoy muerta y no sé?
Si me despierto como todos los días,
a hacer las cosas de todos los días;
¿E ignoro que no soy ni estoy?
Se espanta al imaginar
una vida repetida
actos porque sí;
actos porque sí;
por rutina e inercia,
por castigo divino,
por ser Caín o Lázaro,
por haber heredado la vida eterna
sin el beneficio de la juventud eterna
de la salud eterna
de la felicidad eterna.
El pensamiento se ha quedado metido en su cabeza
¿Y si estoy muerta y no lo sé?
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