lunes, 17 de junio de 2013

Pasión





Fue como si un aguacero se desgajara

Las lágrimas fluían tanto

como las carcajadas

incontenibles estas y aquellas

no sabía si era felicidad

tristeza infinita

o locura instantánea.

Pensar en eso la hacía reír aún más

la gente la miraba
algunos reían con ella
otros lloraban haciéndole compañía

y unos más

en locos de atar se convertían.

No sabía ella

-lo intuyó siempre-

Pero lo supo en ese mismo instante a cabalidad

las lágrimas, la risa y la locura

eran terriblemente contagiosas

y lo peor;

peor.

Fue que cada quien tomada

lo que pensaba que era;

con el deseo

con la intuición

y no con la razón.  Lloraban unos

reían otros

enloquecían los más.
 

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