miércoles, 26 de junio de 2013

Greisbel duerme y yo sueño con ella

En sus ojos los míos se deleitan
con su risa, se alejan mis congojas
con su canto la tristeza se deshoja
y el alma se me vuelve una fiesta.

Por el roce de sus manos sé que vivo:
¡sus caricias son un regalo encantado!
agradezco el que ella esté a mi lado
dando luz al camino que transito.

Greisbel es la compañera prestada
que mi Dios –o la vida, según quieran-
tuvo a bien que llegara a mi vera
para hacerme una madre afortunada.

Cuando duerme, en su rostro me embeleso
y quisiera las artes de un pintor
para guardar, en un gran lienzo, ilesos
su inocencia, su frescura y su candor.

Cierta estoy que en el futuro un día
tendrá un nuevo camino y otros intereses
y ante ese escenario sonreiré con creces
aplaudiendo su temple y su valentía

y si, por desventura, flaqueara
alguna vez, de camino a sus metas
quiero estar junto a ella y que se sepa
que puede levantarse y dar la cara.

Y si en un momento ella quisiera
hablarme de su amor, sus ilusiones,
me tocará entender sus mil razones
para querer como ella quiere, y no como yo quiera

Vueltas doy mientras duerme sosegada
vuela y vuela en afán mi pensamiento
voy de la ensoñación al sentimiento
velando el descanso de mi niña amada.

B. Osiris B.

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