Llevaba mucho tiempo pensando. Estaba ya casi tiesa pues no se había
movido en mucho rato. Le dolía algo el cuerpo y el cuello y no lograba
saber que era lo que pensaba. Todo se había vuelto denso. No sabía
si realmente eran pensamientos pensantes de esos que salvan el mundo o locuras
como las que mayormente rumiaba en su diario vivir. De pronto de entre
sus cejas finamente dibujadas; salió una mosca. Grande, de esas multicolores
y después otra y otra más y muchas… muchas más.
Recordó de pronto como en sueños que
a aquellas moscas las llamaban "moscas de muerto"
No hay comentarios:
Publicar un comentario