martes, 4 de junio de 2013

¡Ay qué frío!



Las flores que deberían haberse abierto como todos los días
no lo han hecho.  Temen que el frío rompa sus delicados pétalos
y mueran aun antes de haber perfumado el ambiente
y decorado con su color la mañana.
Las aves en sus nidos se niegan a abandonarlos
no se escuchan sus trinos pues prefieren dormir y soñar
con mejores días, con mañanas tibias, con dorados rayos.
Las hojas temblorosas repletas de agua lluvia
Estáticas, aguardan que el sol venga a besarlas.
Yo; no sé ni que hacer o si mejor no hacer.
El frio me apabulla, me saca de mí; me deja sin aliento
para hacer, reír o sonreír siquiera, para abrazar y para continuar.
¡Ay que frío!

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