martes, 22 de octubre de 2013

Sueño o pesadilla





Se encontró parada en medio de ese patio, rodeado todo de cuartos con puertas en las que había ventanas.  Lo fue rodeando y en cada uno de ellos pudo observar apartes de su vida.  Momentos muy felices, tristes otros, rodeada de mucha gente unos, sola completamente otros.  Debía elegir uno.  Quedarse allí para siempre.  O bien, como espectadora sencillamente mirando, o entrar y vivir ese instante feliz una y otra y otra vez.  Pero, también se preguntaba;  ¿cuál de todos era el que debía rememorar por siempre?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Las margaritas de Octavio

Las margaritas de Octavio  Octavio amaba las margaritas, pétalos blancos con corazón dorado; repleto de dulce polen. Pero en la calle ochent...