Primero fueron llamaradas rojas y luego amarillos indescriptibles.
Que hermosa mañana nos regaló Dios.
¡Cuanta belleza!
Que hermosa mañana nos regaló Dios.
¡Cuanta belleza!
Sensibilidades Definitivamente ser una sensitiva es delicado en este mundo de espinas. La gente parece que viviera en una burbuja y al tene...
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