martes, 29 de octubre de 2013

Combustión espontánea





El olor a cabello quemado que llenaba el cuarto penetro en su nariz.  Miro a los lados y no pudo entender de dónde provenía.  Luego sintió el escozor que la cubría entera y luego un dolor agudo,  casi ensordecedor que le llenaba todos los sentidos.  Intentó correr y no pudo, quiso gritar y tampoco lo logro pues en un instante la combustión había dejado en el sillón en el que siempre se sentaba,  solo... cenizas.

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