lunes, 29 de diciembre de 2014

Inmortalidad






Cuando se despidió, pensó que no era para siempre.  A pesar de saber a ciencia cierta, que la ausencia sería definitiva.  Más no sentía que lo fuera pues la llevaría por siempre en su corazón y mientras ahí estuviera, no la dejaría partir nunca.
Las ausencias definitivas; pensaba él, son aquellas en las que la bruma del olvido lo borra todo.
Patricia Lara P.

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