martes, 23 de diciembre de 2014

Epanadiplosis

4 de 9, Patricia:
¿Será que sí llego?, ¡jajajajaj!, ¿quién dijo miedo? Ahí le haré la lucha, me queda un día, jajajajaja... Lo que pasa es que, como soy divina yo, me puse intensa con o de la palabra del día. ¡Por cierto y sí!, el siguiente escrito es un ejercicio medio complicado, pero fue el que motivó lo de retomar los retos, porque JuanMa lo asomó en su envío del 10 de diciembre (en la superultra lectura que me di de sopoticientos correos, traté de consolidar muchas cosas)
Epanadiplosis
Epanadiplosis de besos nuestro encuentro
apasionado y loco de principio a final
dándonos por completo en un momento
de epanadiplosis explosiva y pasional.
Caricias al inicio y, al final, ¡caricias!
¡Maremágnum de estrellas mis ojos vislumbran!
alumbran mis labios besos que te alumbran
¡albricias, que te quiero!, ¿me quieres? ¡Albricias!
Retórico el deseo, lúbrico el momento
que en epanadiplosis de este amor elocuente
nos une en cuerpo y alma irremediablemente
para dar rienda suelta a nuestros sentimientos.
Con la luz de esta luna brillante, caraqueña,
ofrendamos sin riendas en la fecha bendita
recíprocos regalos de noches navideñas
¡el uno para el otro en dádiva exquisita!
B. Osiris B.
Cabe destacar que escribí como cuatro intentos y al final me quedé con éste pues usé la palabra en sentido estricto, como recurso del lenguaje y en sentido figurado con otro recurso: la alegoría... ¡ahí me dirán su mercedes, qué tal!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Me acuerdo (II) El velorio

 El velorio  Me acuerdo cuando  en la casa de la abuela velaron esa niña recién nacida. Me acuerdo que le pusieron mi vestido y zapatos de b...