Sacudirme
Y rogar que se caigan las penas.
Limpiar con trapo húmedo
y con estropajo unas tantas más,
con esponja de brillo y alambre
restregar con gran fuerza;
Limpiar.
Rogar que las penas no nazcan de nuevo,
que no queden raíces,
que no queden raíces,
que la hierba mala nos sea la más mala
que no deje en mí germinar.
Esas penas que duelen y duelen
y que las tristezas no vuelvan ya más.
Sacudirme
y limpiar mis heridas
o lamerlas y verlas sanar.
Patricia Lara P.
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