viernes, 19 de agosto de 2011

Una mañana

Una mañana no tan cualquiera

como saliendo de un sueño

te tengo entre mis brazos.

Yo te miro a los ojos

y respondes a mi mirada con los tuyos.

Con asombro infinito los dos

Nos conocemos,

nos reconocemos

y entendemos que estamos atados

para siempre

por algo más fuerte que la vida o la muerte

pues es el amor el que nos amarra.

Te miro y no me alcanzan los ojos.

La mirada no basta,

no es suficiente

y en ese mismo instante

me doy cuenta

que estoy dispuesta a hacer lo que sea por ti;

que el amor es tan grande que no cabe en el pecho

y sale por los poros.

Yo respiro tu aliento

y la felicidad y el miedo son tan grandes

que aplastan, apachurran.

¡pues te amo tanto!

Una mañana no tan cualquiera

amaneciste en mis brazos

y aprendí que ser mujer

es algo tan maravilloso

que no se puede describir

ni definir siquiera.

Una mañana no tan cualquiera

Amanecí yo siendo mamá,

Tú mamá.

1 comentario:

Me acuerdo (II) El velorio

 El velorio  Me acuerdo cuando  en la casa de la abuela velaron esa niña recién nacida. Me acuerdo que le pusieron mi vestido y zapatos de b...