miércoles, 20 de julio de 2022

Eterna juventud


 Enloquecía por mantenerse joven, era del criterio de que la sangre de niños, derramada directamente sobre su rostro y cuerpo era el remedio más eficaz. Pero, porque todo tiene un pero... No sé atrevía a robarse un niño y luego asesinarlo. Así que, recurrió a medidas no tan extremas. Hizo negocio con el sepulturero, el cual le suministraba grasa de sus clientes más sanos y rubicundos. Obviamente muertos.  Cada tanto el hombre llegaba con un paquete a su puerta, el cual era recibido con regocijo.  Unos días después, la piel tersa de la mujer, demostraba sus beneficios.


Patricia Lara P

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Cristal rajado

  Cristal rajado  Una ventana grande, grande, vidrios empañados por la mugre de años. Grasa, sudor, agua, sal, polvo; todo tan empegotado qu...