jueves, 3 de septiembre de 2015

Pensando en las canas y en las arrugas



Pensando en las canas y las arrugas

He notado que con el tiempo la piel se torna más tierna al tacto, el abrazo es más cálido, la mirada se dulcifica  y la sonrisa se hace  más cándida.
He notado que cosas que antes no me tocaban siquiera; hoy me lastiman o me acarician.
Me he sentido más dueña de mí, más segura de mi misma y de mis sentimientos… Más mujer.
Me percibo como una mejor persona, aun cuando eso no necesariamente me conduzca a ser una mejor madre o  una mejor esposa… si una mejor mujer.
Las huellas que los años... la vida,  va dejando no me molestan tanto, como yo lo pensaba.
Creí que las arrugas, las manchas y las canas serían devastadoras pero no... No lo son.  Yo diría incluso que son liberadoras.  Pues la vanidad de la juventud se transforma en la vanidad de lo que hicimos y no de cómo nos vemos o nos vimos.
Nos liberamos incluso de alguna  gente y al hacerlo nos sentimos más propios, más libres y por cierto. 
Más felices.

Patricia Lara P

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