Alas de fuego intenso,
vuelo rasante,
esperanza ardiente,
y el dolor hecho ceniza al viento.
Ave Fénix fui creada,
concebida para morir súbitamente
una y otra vez;
para renacer, renovada, limpia,
¡entera!
de las cenizas que siempre seré,
que me dan vida
pero no me determinan.
Vuelo rasante,
calor que consume
-y purifica-,
renovación constante:
¡así soy!
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