Si a ti te hubieran
dicho
Nada... No hay
forma de que te digan nada porque no eres igual a nadie. Por eso mismo es
imposible aprender por cabeza ajena.
Somos mundos... Somos nuestro propio mundo. Un mundo personal e
intransferible. Cargado y recargado de las vivencias propias. No las de
otros. Y lo que es bueno para ellos no necesariamente es bueno para
nosotros.
Podemos ser familia. Haber crecido juntos y hoy ser muy diferentes porque
al vivir vidas paralelas nuestros entornos cambiaron.
No me digas yo te conozco, tampoco me digas te desconozco porque en realidad no
hay forma ni de lo uno ni de lo otro y yo igual que tú, cambio de manera de ser
y de pensar cada segundo.
Patricia Lara P.