Cuatrocientos
Se quedó dormida y al despertar había
regresado cuatrocientos años en el tiempo.
Se sorprendió y se sintió feliz. Iba a poder hacer muchas más cosas de las que podría haber hecho en toda su vida, de unos siglos después. Se le ocurrió que podría volverse inventora e incluso incursionar en artes o profesiones incipientes para el momento pero reconocidas como la medicina misma.
Se vio enfrentada entonces a una sociedad que no estaba dispuesta o preparada para aceptar que una mujer hiciera esas cosas.
La llamaron bruja, le hicieron un juicio en el que fue encontrada culpable y fue condenada a la hoguera. Por más que intentó dormir de nuevo para poder despertar en su propio siglo no lo logró.
Se sorprendió y se sintió feliz. Iba a poder hacer muchas más cosas de las que podría haber hecho en toda su vida, de unos siglos después. Se le ocurrió que podría volverse inventora e incluso incursionar en artes o profesiones incipientes para el momento pero reconocidas como la medicina misma.
Se vio enfrentada entonces a una sociedad que no estaba dispuesta o preparada para aceptar que una mujer hiciera esas cosas.
La llamaron bruja, le hicieron un juicio en el que fue encontrada culpable y fue condenada a la hoguera. Por más que intentó dormir de nuevo para poder despertar en su propio siglo no lo logró.
Patricia Lara P.
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