miércoles, 17 de agosto de 2016

Cacao sin chocolate



Mija, refeliz cumpleaños... No hay musa pa' cuento pero, como un compromiso es un compromiso, acá le dejo esta fatídica historia, con lo mejor de mi humor negro:
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Cacao sin chocolate (o no quería que acabará así)
Érase una vez una ranita pizpireta que se vino, muy coqueta a conocer la capital..
Vino en un saco de cacao, soñando con grandes planes y un futuro promisor de chocolate y dinero.
Más nada podré contarles, ni siquiera sé su nombre, que no pude averiguar pues, para bien o para mal, le fue corta la odisea: llegando a la terminal de camiones, un ¡chaclas! y un salpicón me dejaron con la intriga... ¡la rana perdió la vida en las ruedas del camión!
La quiero un pisotón, Señora-que-sabe-ser-hermana-en-la-distancia.

B. Osiris B.

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