de Ricardo
Gabelo, el Domingo, 13 de mayo de 2012 a la(s) 4:15 ·
Mi
mamá,
Mi
mamá es ese punto donde
la
respuesta larga y la corta
tienen
igual longitud.
Es un
jardín
donde
las rosas igualan
la
redondez de las toronjas,
donde
florecen las melancolías
y se
deshojan después de dar
sus
frutos.
Mi
mamá es mi hogar,
el
lado derecho de la cama.
Es la
sonrisa detrás de un gato.
Es un
campo de guerra
y el
vendaje para el herido.
Mi
mamá es la preocupada llama de una veladora
Que
combuste el aire cerca de un San Antonio.
Es
una fotografía en un cubo de hielo
Y el
calor de una sopa de verduras.
Es la
tristeza y la alegría
que
se turnan como en un reloj de arena.
Mi
mamá es sentir mucho.
Es
una carcajada con la fuerza de un regaño.
Mi
mamá es cada una de las letras de sus poemas,
ese
espacio intangible en el que se plasma a sí misma,
donde
se expone para refugiarse.
Es
ese cajoncito en el que guardé papeles y colores
para
que mi hermana los usara ocho años después.
Mi
mamá es un "te va a coger la tarde",
un
que "dios te bendiga"
Y un
"mucho juicio"
mezclado
con un "no te demores".
Mi
mamá es esa razón irrazonable,
esa
sensata contradicción.
Mi
mamá es veinticuatro años de ser todo eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario