Cuesta
sonreír con el alma cansada
y
esta larga tristeza a cuestas.
Y
abrir la ventana al optimismo,
cuando
los temores bordan un velo
que
enceguece los sentidos.
Duele
la vida,
cuando
se tienen tantos sueños
y
esta materia física de la que estamos hechos no responde.
Duele
el presente.
Y el
futuro se reduce a la certeza
de un
mínimo instante de lucidez
en
que se gana la batalla
contra
el olvido de nuestra propia esencia.
B.
Osiris B.
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