domingo, 27 de mayo de 2012

El consuelo


Y el consuelo llega 
a partir de dejar fluir las lágrimas
dejar que el manantial se agote
que arrugada la cara del discurrir acuático
el alma, el corazón
agoten las angustias.
Y el consuelo llega
en el momento y hora 
que busquemos pretextos
que encontremos excusas
válidas o no válidas
para justificar las pérdidas
las muertes y aun la vida.
Y el consuelo llega
cuando los días pasan
y uno se acostumbra
y no espera
la imagen, la sonrisa, la voz
y los afectos.
No olvidamos jamás a los que amamos
a las significancias de aquello que se fue.
No es eso…
Es que el dolor se apaga o se transforma
en recuerdos sonrientes
en imágenes que el corazón no olvida
y se endulza la voz y la mirada
al recordar recuerdos.

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