martes, 25 de febrero de 2020

Conversando con Dios

Conversando con Dios

Ésta semana cayó un aguacero de padre y señor mío.  Era tanta el agua que las canoas sobre el techo de mi casa que deberían contenerla cómodamente se desbordaron.  El agua empezó a entrar a chorros a mi casa.  Intenté recogerla pero no había forma.  El agua anegó tres pisos.  Fue horrible.
Mientras yo trapeaba y la escurría en un balde yo pensaba/hablaba con Dios.
Así como yo hablo con el hombre (no sé realmente porqué creo que sea Dios macho).  
Yo le decía que me asombraba mucho su sentido del humor para conmigo.
Le decía que era increíble como se regodeaba viéndome en esas. 
Y es que a mí modo de ver (no tan humilde por cierto) ya se estaba pasando.
Y es que ustedes saben que sobreviví gracias a Dios y a mi mamá a una avalancha cuando apenas tenía dos años.  Luego, nos dieron una casa a los damnificados y cuando llovía, el primer piso se inundaba metro y medio más o menos.  Con alguna frecuencia llegaban los bomberos a ayudarnos.  
Y ahora, en esta casa en la que vivo.  Un aguacero sin nombre, obstruye las canoas y me inundo.
En serio le decía yo a Dios padre, que si no le parecía ya suficiente.
Y bueno, ahí les comparto una de mis conversaciones con Dios.  O será más bien una queja.
Yo.

Patricia Lara P

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