Y fui como una estrella
lejana inalcanzable.
Tus miedos te impidieron
Llegar y a mi y tocarme.
No sé si fue mi culpa.
O fue culpa de los dos.
No estaba tan lejana,
Como lo estoy hoy.
Las margaritas de Octavio Octavio amaba las margaritas, pétalos blancos con corazón dorado; repleto de dulce polen. Pero en la calle ochent...
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