martes, 3 de noviembre de 2009

¡Palo de agua!

Llueve -lluevo-
a lágrima corrida
a gotas que me inundan las sonrisas idas
Está lloviendo... ¡palo de agua!
Y hay un viento fuerte
que me sacude el cuerpo
y me desgaja el pecho
me deja sin fuerzas,
inerte
Está lloviendo... ¡palo de agua!
Llueve -lluevo-
largo caudal de sentimientos
de tristezas hondas
de remordimientos
Y ya no soy sonrisa,
carcajada abierta,
sólo soy reflejo
de una honda desdicha.
Lluevo
Estoy lloviendo... ¡palo de agua!
Lluevo, me diluvio,
me inundo,
anegando todo a mi paso
y -a pesar del sol encandilante-
nuevamente
lluevo desde dos nubes-lagunas eternas
cuajadas de desdichas
Soy estanque-nube-manatial
de aguas
viejas y nuevas
que se fusionan
-diluvian-
y no hay escapatoria:
agua corre calle abajo
(como para mover norias)
calle arriba todo es grises
Lluevo a mares... ¡palo de agua!
Llueve, lluevo... ¿escamparé?
Renovada he de volver
cuando cese esta caída
de aguas tibias de mi ser
y he de ser sonrisa tibia,
plácida y serena flor
que retoña con amor
que alza su faz a la brisa
y dice
¡Gracias, Señor!

Osiris a Mares.

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