lunes, 24 de agosto de 2009

Hoja en blanco.

Se sentó y puso en frente esa hermosa hoja en blanco, tomó entre sus manos aquel suave lápiz amarillo brillante y punta negra bien afilada, observó el borrador al otro lado y supuso, pensó que jamás lo usaría.

Transcurrían los minutos, observaba sus manos, la hoja blanca, el lápiz; su punta su borrador.

La blancura del papel le molestaba, el brillo amarillo del lápiz también, su punta afilada y sin usar lo ponían mal.

Escribió una línea, la borró, escribió otra de nuevo y la tachó. Mordió el lápiz, lo rompió, apretó con los dientes el borrador, arrugó la hoja ya no tan blanca, ni tan resplandeciente; sucia y llena de manchones, incluso una lágrima en ella brilló, la arrojó al cesto de la basura y suspiró.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Veo

  Veo esas paredes de bahareque, blancas. Puerta roja a juego con la única ventana. Veo a María la O con sus ojos brillantes, su sonrisa y s...