Anoche llovió, llovió mucho y caminamos bajo la lluvia.
Me habría gustado caminar mas despacio.
Mas lentamente, dejar el agua correr por mi,
sobre mi y limpiarme.
Limpiar mis dolores, mis pecados, mis angustias.
Limpiar mi corazón y dejarlo no nuevo...
Imposible. Tiene roturas ya, por el uso.
Dejarlo como nuevo para llenarlo otra vez.
Con risas, cantos y claro con lágrimas también.
No de las que corren por mi cara que son pocas
sino... de las que se escurren como el agua
de lluvía entre las hojas de los árboles.
Como el agua de lluvía que corre por un cuerpo
que a la vera del camino... espera.
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