Algo muy malo
Se despertó con el corazón a mil. No sé decidía a abrir los ojos. Algo le decía que mejor no lo hiciera. A ella los augurios siempre la habían dominado, y ella quería prestarles atención. Alguna vez que no lo hizo el mundo se le puso de patas para arriba. Hoy no quería des oír a sus entrañas.
Así que se quedó quieta, con los ojos cerrados y tratando de acompasar su respiración.
Pasaba el tiempo y no sucedía nada, no escuchaba nada. Era como si el mundo se hubiera acabado y ella fuera el último ser viviente sobre la tierra.
Igual prefirió quedarse quieta, y seguir apretando los ojos. Ya la respiración se había hecho normal. El silencio continuaba.
El cuerpo le estaba empezando a hormiguear, los brazos y piernas se le dormían. Incluso ella perdió la concepción del tiempo.
Se despertó de golpe y recordó. Recordó que efectivamente el mundo se había acabado, que el sismo había sido tan fuerte que la había sepultado en la sala de su casa. Que apenas si podía moverse y respirar.
Deseaba que por fin la vida la abandonara, que la agonía terminara para al fin descansar en paz.
Volvió a dormirse. Se despertó de golpe con el corazón al trote y sintiendo que algo muy malo iba a pasar.
Patricia Lara Pachón
No hay comentarios:
Publicar un comentario