Hola
Te escribo para contarte lo que en
mi cabeza se sucede. Innumerables pensamientos danzan, se acumulan.
Pelean entre sí. Y hasta se matonean.
Te
escribo como se le escribiría al viento, a una nube que cruza el
infinito, a un rayo de sol que muere ante la tarde noche que avanza
inclemente.
Lo hago porque lo necesito y porque, tú lo mereces. ¿Me mereces?
Oculta en un jarrón está la vida que quise, la que soñé una noche, cobijada en mi cama, una cama muy dura, una cobija fría, una tristeza perenne.
Ahí amarilla, ajada y lánguida. Mancillada por las lágrimas que derramé algún dia; envejece a la par que yo lo hago. Viviendo otro momento, otros sueños.
Te
escribo como si mi vida dependiera de ello. Como si mi sonrisa perenne
se convirtiera en cuadro. En el retrato aquel, que es el que está destinado a envejecer día a día.
Espero me perdones y logres entenderme. Yo misma no lo hago. Las palabras por hoy se acaban, los sueños siguen, los pensamientos continúan.
Prometo escribir pronto.
Cariños.
Patricia Lara P
Pdta; aún me amo.
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