En realidad lo juro, yo no lo entiendo. Tiene que ser que soy muy
bruta ¡Carajo!
Hace cuatro años. "Algunos" seres humanos, colombianos
por más señas. Votaron por Antanas Mockus, al perder el matemático y filósofo.
Esos seres humanos, rasgaron sus vestiduras e indignados hablaron todo tipo de
cosas. El candidato perdedor, aceptó su derrota con toda la dignidad
posible. Pero, los de a pie, sí que se indignaron. ¡Válgame Dios!
Cuatro años después. Antanas Mockus, quien sabe por qué motivo,
acepta que él habría sido un pésimo presidente. Y que el dirigente actual; Juan Manuel Santos, era la persona idónea
para ejercer tal cargo -yo, desconfiada que soy- pienso que se vendió por
algo. Ya nos enteraremos. Entre el cielo y la tierra, no queda nada
oculto -dicen por ahí-
Y resulta que todos sus seguidores, los anteriormente indignados, se
vuelcan en cuerpo y alma a hacer campaña presidencial. Hablan de dignidad
al reconocer su error -el de Mockus- y junto con otros tantos votantes le
regresan la presidencia, dicen ellos; que confiando en un proceso de paz que
inició hace alrededor de tres o cuatro años y que debería haber finalizado en
el transcurso de uno solo.
Espero que en cuatro años el señor presidente de la república no nos
venga con el cuento que se equivocó también, y que habría sido mejor elegir al
otro candidato. Que la guerrilla lo “engañó”
como ya hizo con otro “presidente” y que él solo fue una de las tantas víctimas. Incluso temo que, le dará por pedir ser
resarcido por daños por lo menos morales.
De
corazón espero que cumpla todo lo que ofreció al pueblo colombiano y que esa
ansiedad de poder no lo lleve por caminos sin retorno; no tanto para él; sino
para nosotros. Los colombianos de a pie
que les “creemos” todos los “cuentos chinos” que nos quieran contar. Y que confiamos en la gente; incluso o peor aún,
en los politiqueros.
Patricia Lara P.
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