domingo, 1 de junio de 2014

Sueñito





Se acurruco e intentó dormir.  Cerró los ojos fuertemente, se abrazó con la misma intensidad a su almohada y a pesar de sentir el calor de las cobijas sobre su cuerpo percibió  hielo en los huesos.
La soledad del alma le dolía tremendamente.  Sintió escozor en los ojos y una sensación similar a  arena que la obligaba  a parpadear fuertemente y por consiguiente a lagrimear.  Las gotas fluyeron; parecieran reconocer el camino que limpiaba el espíritu. 
Gemía, suspiraba, se abrazaba, se ahogaba.  Las lágrimas habían humedecido la almohada y danzaban en ella.  Las veía felices bailar, cantar y retozar, mientras ella y su alma se deshacían en doloroso llanto.

Patricia Lara P.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Fuera de contexto

  Hay muchas cosas que uno dice que se pueden sacar de contexto. Me gusta, prefiero pensar que la gente no es mala, que la malinterpretamos....