Le dijo una adivina de feria cuando aún era una chiquilla al leerle la mano que moriría en un accidenta
aéreo. Ella jamás subió a uno de esos aparatos para no tentar a la muerte
o a la suerte o en caso tal para evadirla.
Un día en la mañana mientras se duchaba escuchó el avión acercarse, pensó en la gente que en él viajaba y en el augurio de la hechicera aquella mientras seguía pasándose concienzudamente el jabón por el cuerpo y pensaba en que a Ella jamás le sucedería lo que la bruja aquella le predijo.
Al día siguiente todos los periódicos hablaban del accidente aéreo, de la mujer que encontró la muerte en él mientras se duchaba y de las predicciones que había recibido en la juventud un tanto lejana.
Un día en la mañana mientras se duchaba escuchó el avión acercarse, pensó en la gente que en él viajaba y en el augurio de la hechicera aquella mientras seguía pasándose concienzudamente el jabón por el cuerpo y pensaba en que a Ella jamás le sucedería lo que la bruja aquella le predijo.
Al día siguiente todos los periódicos hablaban del accidente aéreo, de la mujer que encontró la muerte en él mientras se duchaba y de las predicciones que había recibido en la juventud un tanto lejana.
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