Por unos minutos que parecieron
siglos sentí que una honda de odio me cubría. No era yo quien la generaba
sino más bien quien la recibía de un par de personas que hablaban sin sentido
de cosas de las cuales para nada me siento responsable y que solo las intuyo.
Sé que ese odio les hace más daño a
ellas que a mí, pero no deja de causar inquietud, desasosiego y miedo el
saberse objeto de sentimientos tan terroríficos y malsanos.
He intentado siempre vivir bien sin
hacerle daño a nadie, no siempre se logra o no siempre la gente se entera de
este tipo de conductas, solo cuando se siente amenazada por algo o por alguien
acuden a las habladurías mal intencionadas con las que se pretende dañar.
Hay tanta gente mala por ahí
caminando. Andando como muertos entre los vivos, mirando de quién pueden
sacar algún provecho, alguna ventaja y
en el momento en que ya no hay más que aprovechar y a lo mejor sí algo que dar entonces
prefieren dañar, destruir, herir y decir como el tipo aquel mientras se orinaba
en el río: "Agua que no haz de
beber...Envenénala"
Tengo miedo pero la vida es para
vivirla y personas como esas para enfrentarlas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario