Esta era una Caperucita blanca, blanquita que al ir a visitar a su abuelita se encontró
un lobo en el bosque relamiéndose una herida. Al ver el magnífico color
que de la lesión brotaba tiño su capa
con ella; abandonó el cuerpo del canino a la vera de la vía y continuo su
camino bailando y cantando.
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