La sensibilidad no está en las lágrimas.
Llorar lágrimas de cocodrilo
no te hace una persona buena
o sabía y menos aún sensible.
La sensibilidad está en el corazón
en los sentimientos buenos,
en los buenos deseos,
en los pensamientos acariciadores,
en los llantos vertidos hacia adentro
en los aguaceros que inundan el alma
y la rebosan derramando sonrisas.
La sensibilidad esta en unas manos cálidas
en los abrazos sinceros,
en pensamientos puros.
La sensibilidad no está en el llanto
No señor.
La sensibilidad está en el ser
Paciente y bueno que perdona ofensas
Que olvida injurias
Y sigue sonriéndole a la vida,
A la gente que le hiere.
Ser sensible es sentirse mimosa
Y recogerse en sí mismo al leve tacto
Para volverse abrir luego radiante.
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