lunes, 30 de mayo de 2011

Respiro

Citado en ese cuarto de hotel y con gran curiosidad él llega hasta la recepción. Allí le indican que entre sin llamar y cierre la puerta tras de sí. Curioso, algo atemorizado y hasta preocupado ingresa. El cuarto está sumido en la penumbra aun cuando no es noche cerrada, el ambiente es cálido y un suave perfume lo invade. Al cabo de un momento, un instante muy seguramente; sus ojos se adaptan y ve parada en frente suyo a una mujer que instintivamente reconoce. No sabe qué hacer, si aproximarse o no. Si tomarle las manos o no. Si hablar y romper el hechizo o gritar y dejarse llevar por el momento mismo. Tampoco sabe cuál será la reacción de quien en la oscuridad lo espera. Casi se pueden escuchar las respiraciones aceleradas y los corazones a punto de alzar el vuelo.

Ahí están los dos en ese momento y hora detenido en el tiempo y el espacio y sin saber a ciencia cierta qué es lo les depara el destino.

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