miércoles, 18 de noviembre de 2009

Fuiste mío.

Fuiste mío lo se.
Aun conservo tu mirada larga,
tu sonrisa traviesa,
tu cabello ensortijado,
el calor de tus manos
en las mías.
También y más importante
la calidez de tus besos.
Pero también conservo
en el mismo baúl de los recuerdos
un corazón roto por la despedida.
Fuiste mío lo se.

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