El capullo que se abre
al rocío de la mañana
espera tembloroso
que el sol lo tome entre sus brazos;
con el primer beso,
se abrirá fragante.
Las margaritas de Octavio Octavio amaba las margaritas, pétalos blancos con corazón dorado; repleto de dulce polen. Pero en la calle ochent...
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