Hoy, cuando me desperté no sabía que día era. Lo único que no quería hacer era levantarme de mi cama. Al cabo de un minuto de confusión recordé que había que alimentar a los gatos, al pez y sacar a Capitán a hacer pipí. Subí a la cocina y tuve que poner a cocinar la comida de Borges. Ahora espero que se enfríe un poco para poderla servir. Aún no hago las otras cosas.
Y tengo una pereza de padre y señor mío.
Pero la vida no da espera. Ahí voy.
Feliz día tengamos todos y en lo posible seamos felices.
Patricia Lara P
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