miércoles, 26 de noviembre de 2014

Incomprensible




Estas son las cosas
que ya no quiero entender:
ver sufrir a una mujer
mientras su marido goza;
los asuntos del querer
a veces son cosa fea
porque, aunque usted no lo crea,
hay quien aún no ha aprendido
que pa´ amar al ser querido
¡hay que amarlo como él sea!
Tampoco quiero entender
-y aquí me niego a conciencia-
la nueva “beneficencia”
que ha venido a emerger
en los autos de alquiler
y en los carritos “por puesto”
donde cualquiera está presto,
de pedigüeño, a servir
y te vienen a pedir
¡hasta lo que llevas puesto!
Otra cosa que no entiendo
-y otra vez estoy negada-
es que la gente, por nada,
“a tiros” se ande cayendo.
La virtud se está perdiendo
y el respeto al ser humano
pues corres peligro, hermano:
te pueden matar o herir
si es que osas rebatir
a aquél que va de tu mano.
No entiendo –y en nada me apoya-
la inflación tan desmedida,
el alto costo de la vida
que cada vez nos abolla:
no hay cómo llenar la olla
y, aunque lo diga en jodienda,
ya, cuando voy a la tienda
no me alcanza pa´l sala´o
¡Esto sí que está pesa´o,
esto ya no hay quien lo entienda!
B. Osiris B.

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