Pues es que no sé cómo decirlo. Fue como si le hubiera prestado la vida a
alguien más y hubiera reacomodado todo. Ahora no sé dónde está esto o
aquello. Y ni si quiera sé si esta. Y es que lo que era importante
para mí, al parecer para la otra persona no lo era y si lo dejó en alguna parte
pues seguro fue en uno de los últimos rincones o en los estantes más altos que
son los que yo no alcanzo por mi tamaño. Y es que eso de encargar a otro
de nuestra vida es cosa seria. Hmmmm. Así que ahora estoy aquí, de
nuevo; poniendo todo en su lugar. No en "su" del lugar de
ella, si no en “su” de mi lugar. Hmmm. Y ahora no sé si me
alcanzaran la vida y las ganas para hacerlo.
¡Ay que cansado resultó todo esto!
domingo, 1 de diciembre de 2013
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