No sé por qué la mente me está llevando por senderos por los que no quiero transitar. Recuerdos dolorosos llegan a mi mente como destellos y el corazón se apachurra y dan ganas de llorar. Como no es el momento oportuno, solo un puchero hago y me controlo. Sé que es una tontería volver a llorar sobre la leche que ya se derramó.
¿Será la época? ¿Será la bobada? ¿Será el hecho de ver gente que pasa por otras
situaciones ni siquiera similares pero sí dolorosas? No sé... pero duele
y no deseo dolor en este momento; no para
terminar este año tan nefasto, sino dolor para iniciar un año nuevecito y del
cual espero mucho.
No sé por qué me están doliendo los
dolores viejos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario