Y el amanecer los sorprendió
sentados frente a frente;
tomados de las manos.
Dos almas reclinadas suavemente,
dos pechos que susurran acompasadamente,
palabras que ya nunca
se dirían jamás.
Los ojos en los ojos
las lágrimas surcando sus mejillas
y mezclándose un poco,
mientras en un último beso de amor;
se decían adiós
...Adiós
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